Pues si, payaso tu y payaso yo, y de payasos que somos, que mejor que extender nuestras payasadas por todo el mundo, hasta conseguir un gran mundo clown domindao por narices rojas y flores que escupan. Pero claro, si bien nosotros encantados metemos los zapatones en una mochila, lo que no queda claro es que los lugareños nos acojan con el mismo entusiasmo, y si no miren, miren que cara se le ha quedado al pobre bicho de saber que vamos a visitarle.
Pues eso, por si alguien no la ha adivinado, nos espera el país de las galletas para merendar, Costa Ricaaaaaa.... tiemblen todos los ticos pues, que Trosky y Lebowsky se adentran en sus selvas... y se llevan a Fuyi!